Entre enero y noviembre del 2019, al país ingresaron 937,324 dominicanos no residentes. Son los denominados “dominicanos ausentes”. Su volumen de llegada reflejó un crecimiento de 15.2%, superior al 14.6% registrado durante similar periodo del 2018, y mucho más que el 0.5% registrado durante 2017. Su llegada es una importante fuente de divisas para el país. Según los datos más recientes del Banco Central, que incluyen los primeros tres trimestres del año, su estadía promedio es de 16.4 días, período en el que realizan gastos locales por un monto medio de US$813.20.
No es todo. Son los mismos dominicanos ausentes los que envían las remesas.
Concomitantemente, el turismo de crucero se ha mantenido creciendo, ajeno a las consecuencias de la denominada campaña mediática que contra el destino dominicano afectó el flujo de llegada de turistas por vía aérea.
Hasta octubre del 2019, desembarcó en los cinco puertos turísticos dominicanos un total de 836,990 vacacionistas, el principal polo de atracción es la ciudad de Puerto Plata con un total 517,645 turistas, seguido de La Romana, lugar al que llegó una cantidad de 198,740 turistas. Estos puertos son Puerto Plata, La Romana, Samaná, Santo Domingo y Cap Cana.
Durante el 2018, los turistas que por vía de cruceros visitaron a República Dominicana realizaron un gasto promedio de 89.18 dólares, lo que representó un aumento de 4.91% con respecto al gasto promedio efectuado en 2017, de acuerdo con los datos más actualizados publicados por el Banco Central.
En la composición de este gasto se destacan comidas y bebidas, entretenimiento, transporte local, regalos y giras, lo que tiene un impacto directo en las comunidades locales.
En sus informes anuales, el Banco Central también registra los datos sobre el turismo de los dominicanos residentes en el país. Es una fuente de divisas, en tanto esas divisas se gastan en el país, no en el extranjero.