El municipio de Imbert evoca movimiento, tránsito y dinamismo. Localizado en el centro de la provincia de Puerto Plata con una población que surge entre 1870 y 1890, por ser este el punto de intersección de los caminos que se dirigían hacia diversos municipios de Puerto Plata, como Luperón, Altamira, Guananico, Rio Grande, y de la carretera de unía a Puerto Plata y Santiago, lo que generaba un importante movimiento económico en el área.
Limita al este con el municipio de Luperón, al oeste con Guananico, al sur con Altamira y al norte de Puerto Plata. En sus inicios la agricultura y el comercio fueron las actividades económicas de esta población, que desempeñó un papel sumamente importante en el proceso de mantener comunicación por vía terrestre entre Puerto Plata y Santiago, lo que se fortaleció al inaugurarse el Ferrocarril Central Dominicana, pues allí se estableció una estación que dinamizó la actividad agrícola y comercial en la zona.
El queso GEO ha sido parte de la dieta de los dominicanos. Fue introducida por George Nicolás Heisen en el año 1929 y hasta el día de hoy se encuentra en manos de la familia.
Otro de sus atractivos son los 27 Charcos de Damajagua, que fueron “descubiertos” por los visitantes en 1994. De inmediato se convirtieron en una experiencia recreativa fascinante.
Cabe mencionar otro de sus atractivos como lo es el bombón de “melao”, un derivado de la producción de azúcar de caña.
Otro producto característico de la zona es la artesanía de madera petrificada, la cual no se trata de madera sino de una piedra que tiene por nombre Imberlita, con la que un grupo de artesanos de la zona elaboran objetos con motivos sumamente variados, vinculados a la cultura taína, a festividades religiosas y al mundo animal. La materia prima solo se puede encontrar por esta zona.
En la actualidad este municipio se identifica con la marca Cruce de Historia y de ese modo se quiere resaltar su condición de punto de convergencia que por muchos años ha correspondido a esta colectividad.